En la formación habitual de los profesionales de la seguridad no entra las tácticas y técnicas defensivas, además del marco legal que las ampara. Pero sí es necesario tener conocimientos básicos para que, en caso de encontrarse ante una o varias personas que sufren una alteración emocional que se traduzca en agresividad hacia el sanitario, sepa cómo defenderse, tanto a sí mismo como a un tercero. Cada vez son más habituales las agresiones a personal sanitario por parte de ciudadanos y/o pacientes. La integridad física es importante, además de la jurídica en la aplicación defensiva y las consecuencias que pudieran derivarse jurídicamente.
Este curso, a través de un protocolo sencillo de configuración inicial de prevención y posterior aplicación de técnicas defensivas, prepara al sanitario para defenderse de forma proporcional de una agresión directa., con un método simple y adaptado a las reacciones naturales que todo ser humano usa cuando percibe una amenaza.