Curso destinado a profesionales de la seguridad, que deban sobre el papel explicar una intervención en la que se ha usado la fuerza o que puedan estar destinados en oficinas de denuncia, especializados en recoger comparecencias a sus propios compañeros, por hechos en los que hayan participado y la posterior remisión del cuerpo de diligencias o atestado realizado, al Juzgado de Instrucción competente o Inspección de Guardia de las Fuerzas y Cuerpo de Seguridad , encargado de la continuación de las actuaciones.
En el curso se puntualiza la importancia de no tener la idea de sentarse frente a un compañero de la oficina de denuncias a realizar un relato de los hechos, esperando que sean éste, el que traslade en la comparecencia un texto interpretado de manera formal o institucionalizada, lo manifestado por los por los actuantes. De igual forma trasladamos esta idea al atestado o informe, donde no podemos esperar que los que lo lean interpretarán de la forma que a nosotros nos gustaría que lo hiciesen. Hemos de conseguir que vean la realidad de lo que pasó.
En el caso de que los policías actuantes, hayan recibido un curso de comparecencia en el uso y aplicación de la fuerza, no cabe duda de que se facilitará muchísimo la labor del instructor y secretario de la Oficina de Denuncias, pudiendo paliar las lagunas formativas que usualmente existe en la formación especializada de los mismos. En ocasiones, los deponentes carecen de formación específica en esta materia concreta, siendo a raíz del “contagio cultural” y la experiencia acumulada con los años , como van adquiriendo un bagaje profesional que les aporta la seguridad neZESARia para enfrentarse a la maquinaria judicial con unas mínimas garantías. En algunos casos después de muchos años e intervenciones, en las que este aprendizaje ha podido suponer pagar un alto preció, en forma de condenas judiciales y expedientes disciplinarios.
¿EN QUE PUEDE BENEFICIAR ESTE CURSO A LOS PROFESIONALES DE LAS OFICINAS DE DENUNCIAS?
En este curso se tratará de dotar a los participantes de los conocimientos jurídicos neZESARios para sustanciar correctamente las comparecencias de los policías actuantes y plasmar manifestaciones de testigos, víctimas y detenidos, haciendo que estén en perfecta sintonía para la justificación de cualquier acción policial, hay habido o no uso de la fuerza.
Reflejando con la mayor claridad posible la realidad de los hechos y que los elementos jurídicos de defensa queden perfectamente detallados para que los servicio jurídicos dispongan de sólidos elementos de defensa con los que poder ejercer una salvaguarda óptima de los derechos de los agentes actuantes o la propia fuerza instructora, ante las denuncias o imputaciones, dimanantes de acciones derivadas del legítimo desempeño de las funciones propias de su cargo.
La intervención policial más sencilla y correcta, mal argumentada puede acabar con una carrera profesional acarreando consecuencias irreparables. A esto, para un Instructor y secretario de una Oficina de Denuncias, se le suma la responsabilidad de transmitir la argumentación de la fuerza descrita por los policías actuantes, la de conseguir las “herramientas” para saber plasmar desde la neutralidad y asepsia, que se exige en la Instrucción del atestado, los hechos manifestados por los comparecientes, teniendo en cuenta que el estado mental de los comparecientes no es el idóneo para hacer un relato Jurídicamente correcto de lo que en realidad ha sucedido en muchas ocasiones en que la intervención ha sido complicada, peligrosa o con alto índice de estrés.
Esto puede tener consecuencias devastadoras en la carrera profesional y vida de los policías actuantes, que en situaciones como las que se van a tratar (Cuestiones Graves en las que los Actuantes se habrán visto en la Obligación de tener que usar la Fuerza hasta las últimas consecuencias) en muchas ocasiones, no estarán en las condiciones psicofísicas idóneas para prestar una declaración con las debidas garantías.
Es en estos momentos cuando la Oficina de Denuncias se presenta como elemento esencial para hacer acopio de toda la información que le sea posible, tanto de la comparecencia de los actuantes como en sus labores investigativas como policía Judicial en la Instrucción del Atestado.